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jueves, 28 de marzo de 2013

La vida es un continuo cruce de caminos.
Una continua caída desde precipicios, o del precipicio de sus cadera si él te deja.
De arriesgarlo todo y perderlo al instante.
Un ir y venir de vidas sinfín, que no llevan a ninguna parte o que te acercan al lugar adecuado.
Más tarde aparecerá el camino en el que te pierdes o en el que deseas hacerlo, porque tras esa valla que te impide el paso, estarás tu. 
Y es que por contarte te cuento si me dejas los lunares, las cicatrices y la historia de mi obsesión por ti.
Yo no quería quererte, ni a ti ni a nadie, ese fue mi gran error.
Pero continué rascando el destino y forzándolo porque nadie muere de amor ni de desamor y por eso aún sigues aquí, consumiendo me los días y las horas.
Y me di cuenta que a ti te falta vida en tu propia vida, que no tienes suficientes motivos.
Y por mi parte sin embargo, si es cuestión de hablar de sobras, me sobran razones para llenarte cada esquina de la cama de motivos.
El mundo cae y nuestra vida también, pero yo quiero caer sobre tu espalda.
''Y no quiero hablar más de ti, pero es que siempre hablo de lo que me falta''

3 comentarios:

  1. Eso esta hecho :) Muchas graciasss!

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  2. Me encantó totalmente, escribes super bien, felicidades!
    Un abrazo.

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  3. Increible, de verdad, escribes que da gusto. Deberías de estar muy orgullosa de tu blog. Te seguimooooos :)

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