Y piensas, piensas tanto, que duele.
Duele contemplar el invierno más triste de la historia de tu vida.
Duele el recuerdo de cuando juramos que este invierno iba a ser de todo menos frío y largo. Pero morimos de frío y las horas pasan lentas.
Y que de una sola pasaron a ser seis distintas. El "No son, si una no está" dejó de ser obligación para convertirse en rutina.
Los 40m2 están llegado a su fin, tras un intenso año y medio
Las mejores historias no volverán, las risas más altas no se oirán y las miradas furtivas mientras dabas ese trago al cubata... esas se fueron hace mucho tiempo.
¿Que hemos hecho mal? La respuesta es nada.
Simplemente llega eso que nadie quiere y a la vez desea, crecer.
Creces y tu vida cambia y te das cuenta que ya no tienes trece años y que no estás bebiendo Martini junto al río con ellas, que ya no estáis las seis solas.
Que llegan distintas personas y te cambian la vida y se las cambian a ellas.
Que hay miradas que te hacen grande pero si no son suyas te hacen pequeña.
Que tu tienes tus motivos y los demás los suyos y cada uno mira por ellos.
Que tu tienes tus motivos y los demás los suyos y cada uno mira por ellos.
Que hay personas que están de más y a los de siempre se los echa de menos.
Que los domingos dejaron de ser domingos desde que no nos cruzamos.
Pasaron a ser días amargos y horas extrañas para querer escribir.
Escribir que la vida que pasa y nosotros nos empeñamos en hacer otros planes.
Quizás es el domingo que a todos nos pone algo tristes, quizás ya es tarde, quizás son todos los besos y todas las oportunidades perdidas las que duelen o quizás eres tú, una vez más.
Pasaron a ser días amargos y horas extrañas para querer escribir.
Escribir que la vida que pasa y nosotros nos empeñamos en hacer otros planes.