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domingo, 10 de febrero de 2013

Miras por la ventana a la vez que remueves el mismo café de siempre y echas un vistazo a los apuntes de historia.
Y piensas, piensas tanto, que duele. 
Duele contemplar el invierno más triste de la historia de tu vida.
Duele el recuerdo de cuando juramos que este invierno iba a ser de todo menos frío y largo. Pero morimos de frío y las horas pasan lentas. 
Y que de una sola pasaron a ser seis distintas. El "No son, si una no está" dejó de ser obligación para convertirse en rutina.
Los 40m2 están llegado a su fin, tras un intenso año y medio
Las mejores historias no volverán, las risas más altas no se oirán y las miradas furtivas mientras dabas ese trago al cubata... esas se fueron hace mucho tiempo.
¿Que hemos hecho mal? La respuesta es nada.
Simplemente llega eso que nadie quiere y a la vez desea, crecer. 
Creces y tu vida cambia y te das cuenta que ya no tienes trece años y que no estás bebiendo Martini junto al río con ellas, que ya no estáis las seis solas. 
Que llegan distintas personas y te cambian la vida y se las cambian a ellas. 
Que hay miradas que te hacen grande pero si no son suyas te hacen pequeña.
Que tu tienes tus motivos y los demás los suyos y cada uno mira por ellos.  
Que hay personas que están de más y a los de siempre se los echa de menos. 
Que los domingos dejaron de ser domingos desde que no nos cruzamos.
Pasaron a ser días amargos y horas extrañas para querer escribir.
Escribir que la vida que pasa y nosotros nos empeñamos en hacer otros planes.



Quizás es el domingo que a todos nos pone algo tristes, quizás ya es tarde, quizás son todos los besos y  todas las oportunidades perdidas las que duelen o quizás eres tú, una vez más.

viernes, 1 de febrero de 2013

Las cosas fáciles, las hacemos difíciles.


Hay miradas que más que matar, resucitan y hay manos que están predestinadas.
Afirmé que te quiero de todo, menos querer, pero llegó el día en que hice lo más peligroso del mundo.
Morirme por un mínimo roce de mejilla, por que me volaras el corazón en un cruce de miradas y me descolocaras esquemas entre cuatro paredes. 
Y es que soy más de fiar que de liar, de la que te tiene calado y la estás consumiendo. 
Si nos tenía que pasar algo que nos pasara juntos, pero es que las cosas "porque si" nunca salen bien.
Y te cansaste de mirar y de no ver, porque no quieres ver, porque prefieres mirar para otro lado.
Y me cansé de intentar y de desesperar y que tú no fueras la causa.
Diez golpes por un beso no compensan.
Hay cicatrices que nunca llegan a cicatrizar y la mía lleva tu nombre, pero... nadie muere sin cicatrices.
Después de todo estos meses sigo teniendo una sola cosa clara.
Mientras más prohibido sea, más lo deseas y más aumentan las ganas.