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miércoles, 30 de diciembre de 2015

Penúltima página.

Entre versos de Suit y entradas que se quedan en borradores, vuelan delante mía todas las cenizas que, por jugar con fuego, deja el 2015.
Porque lo peor de jugar con fuego no es quemarse, es consumirse. Y joder, qué año tan fuego, y joder qué año tan daño.
Pero, sobre todo, QUÉ AÑO.
Antes escribía más y sentía menos, ahora escribo menos y siento más.
Este podría ser un buen resumen de mi 2015, porque si se trata de sentir...
Nunca, nadie, tanto, como contigo
PERO NO, no debía ser, y quizá por eso, no iba a ser.
Y se empiezan a cerrar círculos, a dejar de cagarla tanto y aprender, a recordar que hay más desastres con los mismos ojos esperando ahí fuera.
A saber que, aunque siempre le quedará esa magia... TIENE TRUCO.

Por el año que se va, por el que viene, por mis trece, por mañana, por la noche de tu vida número cien, por ser fuerte, por escucharlas, por volver a perderme entre botellas, por no encontrarme donde menos debo, en quien menos debo.

Pero sobre todo, por un 2016 con ellas, Y MENOS MAL.