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viernes, 14 de junio de 2013

Cada uno tiene la suya.

Ya no sé si me sobran ganas o me faltan prisas. O es tanta ausencia de ti.
Puede que también tengan algo que ver tantos excesos y fracasos que vienen de la mano. Y unas hostias enormes que no somos capaces de ver porque nadie nos ha enseñado a mirar.
Pero claro, nosotros no queremos que cualquiera nos enseñe a mirar, queremos a personas determinadas, cada uno la suya.
Esa persona que todos tenemos, con la que cumplimos eso de 'estar echos el uno para el otro'. La que nos rompe los esquemas sin saberlo y por la que damos las mayores hostias.
Esas personas suelen ser asesinos y salvavidas.
Y cuando la misma persona es tu asesino y tu salvavidas.. estás jodido.
No sé puede tener todo lo que se quiere siempre, ni a quien se quiere.
Por lo que hay que conformarse con cualquier cama que aporte algo de calor una noche tonta de verano. O con besos sin sentido de bocas desconocidas.
Nadie cuerdo y enamorado querría conformarse con eso.
Buscaría sin descanso esa cama que le aporta todo el calor que necesita y a esa boca que te besa hasta que tu mismo te entiendas.
Todos me habéis entendido, y sabéis de que cama y de que boca os hablo.

Ahora vosotros, empezad a ser salvavidas.