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domingo, 30 de septiembre de 2012

Cuando el domingo y la resaca te juegan una mala pasada.

Cuando el desorden en tu cabeza se puede comparar al tiempo en la calle. 
Piensas en lo mucho que quieres y lo poco que tienes. 
En eso de huir en algún coche rumbo lejos de cualquiera y a lo más que llegas es a perderte entre petas mal hechos dentro de esas cuatro paredes.
Piensas que quieres más de lo que te quieren. 
Que creen saberlo todo de ti y en realidad NADIE te conoce bien. 
Que a lo mejor no todo es tan difícil como crees, que no te dejas llevar lo suficiente. 
Piensas en el frío que te cala los huesos y te desanima, por eso tú solo sigues queriendo huir...
Que tienes a cinco personas que dan la vida por tí y no lo valoras, tú sigues pensando que el que quieres que de la suya por tí, nunca la dará.
Te echas a perder y no sabes pararlo. Te consume la vida y tu no haces nada.
No encuentras ni cuatro razones ni un plan que lo cambie todo.
Quieres saltar al rin y comerte todos los asaltos de golpe si se trata de él. Sabes que no serviría de nada.
Piensas en las veces que hiciste lo que los demás querían y no lo que tu querías. 
Tu indecisión, tu ruina.
Piensa también en eso de que -si quieres, puedes- y de que -menos es más- y no al revés.
Deja de lamentarte y de pensar tanto, sonrie y dales a todos las miles de razones y los cientos de planes que esperan de ti. 
Quedan setecientos días para poder empezar tu vida de cero, pero aquí en esta pequeña cuidad tienes tu vida ahora. 
Y te quedan planes que acabar. 

martes, 25 de septiembre de 2012

Será todo lo que no es.

Será que me gusta perder la razón con cada una de sus mil sonrisas.
Que solo hablo de él o del abismo en el caemos y nunca será.
Será que no puedo evitar cerrar las ojos y girarme para no mirarle cuando pasa por mi lado y poder fingir que no me importa. Fingir que no me muero de ganas de abrazarle.
Será la forma en que me mira.
Es como un vicio caro, como una adicción que no te deja respirar, que te ahoga pero que al mismo no quieres parar de sentirla. 
Será eso que nos une desde hace tiempo.
Será que olvidé decir adiós y seguí forzando al destino. 




lunes, 17 de septiembre de 2012

Las casualidades no existen, pero sí que te cambian la vida.

No llames casualidad a lo que te ocurre si estás en el momento correcto en el lugar indicado. 
Si estáis en ese lugar y ese momento pero no hacéis lo que tenéis que hacer nunca os cambiará la vida. 
Siempre fui de las que piensan que el descosido de sus vaqueros iba a aparecer de golpe en el momento menos indicado para decirme que se volvía loco de amor por mí, aún más que yo por él, de las que dejaban pasar las oportunidades porque creía que detrás de esa venía una siguiente,  pero las cosas no son así. Yo pensaba que hay miradas que revelan asuntos imposibles pero no más que cuatro palabras claras y de frente.
Este es un consejo que me han dado miles de veces y que yo mil y una no he seguido, y me arrepiento hasta tal punto que yo ahora os digo a las personas que sois como yo, que no dejéis que el miedo a fracasar, el miedo a oír algo que no os guste, os haga perder. 
No dejéis que nadie os diga que no podéis hacer algo, pero no lo hagáis hasta que no salga de vosotros mismos, que las causas que cada uno tengamos no nos dejen con las ganas, con las ganas de más, ahí entonces si que habremos fracasado. 
Nunca sabes lo que pasa sino lo intentas. La respuesta siempre será un NO si no preguntas. 
Ninguno de nosotros debería dejar este mundo con unos cuantos ' Y si... ' que ya no tienen respuesta, ni respuesta ni remedio. Las oportunidades llegan, pasan y se van, no preguntan y no esperan.

Firmado: Una experta en 'Y sis' y en oportunidades rechazadas que ya no tienen solución. 


domingo, 16 de septiembre de 2012

Mientras sigas vivo nada es imposible.

Madrugada de unas fiestas, huele a frío,  huele a amor que esta aún por contar.
Cientos de caras conocidas pasean a tu alrededor, pero tú solo buscas una.
Te mueves entre botellas de whisky barato y más que vicios caros. 
Le estas buscando pero no le ves. 
Sigues bebiendo, sigues bailando, sigues pensando que lo tienes que hacer. Que lo debes hacer.
El momento ha llegado, es tu oportunidad, y esta vez no la vas a dejar pasar. 
Un suspiro y sueltas todo. 
Te pierdes en su mirada, te pierde su boca y te pierde él.
Le puedes tocar, él se rie, no sabe que decir,
Eres su no sé, su tal vez, su quizás.
No es un sí, no es un no, es él, esta extraño. Tú te calmas, lo hecho, hecho está.
No querías su respuesta inmediata, no la has tenido. 
Aún así estas feliz, has podido comprobar eso de que ni el miedo más grande puede pararte cuando quieres algo de verdad. Lo has conseguido.
Te queda una semana para tu segunda oportunidad, la definitiva.
Puedes tener su boca a un milímetro de tí y a menos de un parpadeo. 
Puedes perderte por los rincones más oscuros de esta pequeña ciudad pero solo si es con él. Puedes y lo sabes.
Solo tienes que seguir intentándolo porque mientras sigas vivo nada es imposible. 





lunes, 3 de septiembre de 2012

'QUIEN NO ARRIESGA NO GANA Y TOTAL, YO YA NO TENGO NADA'

Decisiones que se toman en caliente y que se esperan cumplir ebria.
Me hacen falta tres suspiros antes de ese último trago, un 'va a salir todo bien' de la boca de los mejores y salir con paso firme hacia a tí.
He tomado una decisión que va a traer consecuencias mortales.
No lo niego, tengo miedo, encontrarme frente a tu mirada y que me descoloque todos los esquemas, no es nada nuevo, decirte lo que te voy a decir si lo es.
Te tengo a dos pasos y un parpadeo.
Tu sonrisa es la causante.
Debo arriesgar, total no tengo nada.
Pienso.
Te llamo, me pongo nerviosa, lo notas.
Cojo aire, te miro, respiro lo suelto de golpe.
Me miras te asombras, te ries, no tienes respuesta, la piensas.
Disparas.
Y... Una respuesta que me cambiará la vida.
Un arrepentimiento que espero que no sea.



Yo no quiero tu respuesta inmediata, solo quiero afirmarte que es verdad, la verdad que has oído de boca de otros y no de la mía. 
No sé si las esquinas me van a ver llorar o me verán con él.
No sé si las botellas de ron le harán cambiar de opinión.
No sé si me arrepentiré.
Lo que si se es que no le voy a jurar que le diré esas ocho letras todos los días de mi vida, no hasta no sentirlo, pero si que seré la que todos los días va a estar ahí sacando te sonrisas en tus días grises porque si te caes, yo te levanto y sino me acuesto a tu lado.