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lunes, 17 de agosto de 2015

"Firmaste tu propio suicidio, cómo no supiste verlo"

Vértigo es ver la que se me viene encima y saber que tu no vas a estar ahí para verlo conmigo, ni con nadie, porque tu nunca te quedas.

"No te preocupes cariño, esto nunca fue ningún problema"
Sino una consecuencia más de todo este desastre, algo que tuve muy claro desde el principio.
Pero tu te empeñas en hacerlo diferente, y es que no se puede actuar como si hubiera amor de por medio cuando ni lo conoces, porque el amor no se gana entre sábanas, porque no te pueden hacer sentir única si detrás tuya van mil más.
Y yo tampoco te lo pedía.
Pero joder, qué bonito era que en el hueco derecho de mi tripa sonara tu risa. Pero que no, no puedes, no puedes besarme como me besas, no tienes ese derecho, ni puedes agarrarme como si fueras a sujetar mi mundo, eso solo pueden hacerlo los que sienten de verdad.
Y tu no conoces esa palabra.
Ya te advertí que nadie es de piedra.
Excepto tú, claro.
Por eso llega un día en que me despierto y la razón me la ha jugado.
Deja funcionar y cruza la raya, porque no se puede vivir permanentemente en el límite, porque no puedes pasarte los días negando lo evidente.
Porque como te siga respirando, me voy a ahogar.
Por eso me quedo ahí, culpable y al borde del precipicio, pero eh, no echo la culpa a nadie, que esto... Me lo he buscado yo solita.