Por eso llegó el día en que una tonta no se dio por vencida ni a la tercera.
La letra de la canción sobre la que bailo las cinco letras de tu nombre mientras te miro de reojo, también me lo ha contando.
Las décimas de segundo que tardo en girarme cuando asocio tu voz, los mil rincones de esta ciudad y todas las bocas en las que ni puedo ni quiero encontrarte.
No sé hacerlo mejor y supongo que tampoco sé hacerlo peor.
Simplemente, no sé hacerlo.
Lo mejor sería acabar con toda esta nada.
Porque más tarde viene el número de veces que he intentado olvidarte, pero como siempre, he perdido la cuenta y después me he perdido yo.
Al final, esto es un principio.
Un texto preciosos, pero un poco triste. Tienes un blog chulísimos, gracias por pasarte por el nuestro!!!!
ResponderEliminarBesos! <3
http://menteabieta.blogspot.com.ar/ me sigues? buen blog el tuyo! te sigo
ResponderEliminarAlgo triste, pero es curioso como sacamos más los sentimientos y lo expresamos todo mejor cuando más tristes estamos, en conclusión, un texto genial. Triste, pero bonito.
ResponderEliminarhttp://imposiblesinoeresyo.blogspot.com.es/
Guapa! He publicado una nueva ntrada y me encantaria que te pasaras y si quieres dejas tu "sonrisa"!
ResponderEliminarMuchos besos y, por cierto una entrada increible!