Han pasado seis días de descontrol, han pasado los días, me han pasado factura y me has pasado tú.
No quería mirarte, ni verte, ni hablarte y menos rozarte. Nunca quiero, o eso me digo.
Has pasado a mi lado y me has descolocado al momento, hemos cruzado miradas y no ha habido respuesta.
Ahora tú vuelves a tu vida deshecha y a tus domingos sin abrazos, porque a ti también te falta de eso.
Y ese es el problema.
La falta de vida en tu propia vida, la falta de besos en esas esquinas perdidas, la falta de algo que te llene y te vacíe a la vez.
Lo quiera o no, me joda o me encante.
Me tiembla el pulso si te miro de esa forma determinada, si te confundo y te lio, me lias y desespero. Pero mientras tanto sigue deshaciéndote poco a poco, regalando besos a sonrisas que no te llenan, buscando calor en otras bocas y volviendo a la cama solo cada noche.
Y volverá a llegar el viernes y te volverás a ir el domingo y es que como duelen los domingos...
Hay domingos raros y hay domingos como el de hoy.
Hay días contigo y días sin ti en este caso siempre son sin ti.
Toda la razón: como duelen los domingos. Pues me ha encantado tu blog, pasate por el mio si puedes. Un beso :)
ResponderEliminarhttp://todoloquedigasnoimporta.blogspot.com/
Patri
Muchísimas gracias, no dudes que me pasaré! Nos leemos!
ResponderEliminarMe encanta esta entrada.
ResponderEliminar"Ahora tú vuelves a tu vida deshecha y a tus domingos sin abrazos, porque a ti también te falta de eso". Me ha matado esa frase.
Pásate por mi blog si quieres, un beso.
http://lachicaconojosclaros.blogspot.com.es/
está hermosa esta entrada! me ha gustado mucho
ResponderEliminarbesos!