Y qué razón tenían los Rolling
Stones, que en los 70 cuando hicieron esta canción ya sabían que
estábamos predestinados a sufrir. Tú por estar conmigo, yo por
estar sin ti.
Porque se puede ser feliz y estar
triste.
Porque quien te enseñó a volar es
quien ahora te corta las alas.
Te convences a ti misma de que hay que
pasar página.
O arrancar la hoja.
O cerrar el libro.
Quemarlo.
Y es que a pesar de que el libro se
haya quedado en cenizas es precioso recordar la historia con cariño
y no con rencor. Te juras no caer, pero duele. Solo intentas actuar
con indiferencia pero…‘’I love you too much to let you think I
can live without you.’’.
Y ahí está el problema. Como un
círculo vicioso.
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